Despierta la UAEM; miles de estudiantes piden seguridad y justicia
POR Karen Aldama
El lunes 10 de septiembre de 2018, es un día que pasó a la historia de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y del Estado de México; miles de universitarios unieron sus voces para clamar justicia para sus compañeros asesinados, para los normalistas de Ayotzinapa, repudiar la violencia que se ha registrado en la UNAM y exigir a las autoridades estatales y universitarias mayor seguridad.
Al grito de “No somos uno, somos todos”, “Justicia para Deni” y “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, los universitarios partieron de la Facultad de Humanidades para avanzar sobre Avenida Universidad e ingresar a Ciudad Universitaria por la Facultad de Economía y recorrer el circuito universitario.
Al paso del contingente, se unían más estudiantes con una sola exigencia !justicia!, los gritos interrumpieron las clases y actividades en Ciudad Universitaria, donde maestros y administrativos miraban sorprendidos la movilización, algunos de manera discreta expresaban su apoyo, otros solo miraban.
El contingente de salió de Ciudad Universitaria por la avenida Vicente Guerrero para tomar Morelos, con rumbo a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
En la avenida Morelos, los universitarios sorprendieron a miles de toluqueños; unos aplaudían el valor de los chicos, otros tomaban fotos y videos, algunos más no entendían que pasaba y leían con atención los carteles; los automovilistas a diferencia de otras marchas mostraron su apoyo.
El camino era largo, la avenida Morelos se volvió una calle que parecía no tener fin, el cielo se nublaba, se empezaba a sentir frío, los pies comenzaban a pesar del cansancio, pero al llegar al Estadio Nemesio Diez, una mujer con una bandera de México, gritó “por mis hijos” y con lágrimas en los ojos expresó su apoyo a los universitarios, provocando aplausos y levantando el ánimo.
Aún faltaba mucho por caminar, la marcha se realizaban sin incidentes, todos atendiendo las indicaciones de los organizadores y cuidándose uno a otros, la protesta era pacífica, no había intensión de agredir o vandalizar, solo pedir seguridad y justicia.
El contingente que ya era de alrededor de 5 mil universitarios llegó al centro de Toluca, paralizando la capital mexiquense a su paso.
Los toluqueños, catalogados de fríos, mostraron su lado cálido y con un puño en alto demostraron su apoyo y se sumaron a la exigencia de seguridad.
Poco a poco las miles de voces se acercaban a su destino, una Fiscalía de Justicia que tiene miles de carpetas de investigación pendientes, casos sin resolver y otros tantos que fueron archivados, olvidados, como muestra de la impunidad que impera en la entidad mexiquense.
Al fin, las escalinatas de la Fiscalía poco a poco fueron tomadas por los universitarios, la explanada se llenó de voces que clamaron justicia, por rostros cansados pero con la esperanza de un mejor futuro, jóvenes que gritaron “¿Por qué nos asesinan si somos la esperanza de América Latina?” , “Justicia para Deni, Areli, Maribel, y Alex” y “Nos están matando, ¿que acaso no lo ven?”.
La Fiscalía retumbó con los gritos y palabras de los miles de jóvenes, que pidieron el esclarecimiento de los homicidios de Deni, Areli, Maribel, y Alex, mayor seguridad y la garantía de que al salir a estudiar van a regresar a su casa, se recordó a los normalistas de Ayotzinapa, se expresó el apoyo a los estudiantes de la UNAM.
Los universitarios pedían a la Fiscalía atender sus demandas, minutos después una comisión de nueve alumnos entró para dialogar con las autoridades; 40 minutos después salieron para informar que el próximo 24 de septiembre, las autoridades darán informes sobre las investigaciones por la muerte de Deni Aurora.
Los jóvenes, que ya no eran miles aplaudieron y aseguraron que la lucha continuará y con el puño en alto dejaron en claro que nadie ni nada callará su voz, el cansancio por la inseguridad y la impunidad los mantendrá con el ánimo para seguir en pie de lucha.
Los universitarios se retiraron pero en las puertas, ventanas y paredes de la Fiscalía dejaron sus exigencias, así como la esperanza de que las autoridades cumplan con su palabra.