Medio Ambiente

Toluqueños respiran veneno

Los habitantes de Toluca, Estado de México, se encuentran expuestos a concentraciones de ozono del orden de 0.084 partes por millón (ppm), cifras superiores a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 0.050 ppm y a la Norma Oficial  Mexicana, de 0.070 ppm, promedio 8 horas, en el aire que respiran, especialmente cuando se trasladan en bicicleta, demostró el monitoreo realizado por integrantes de la campaña de Revolución Urbana de Greenpeace México.

Con base en los resultados obtenidos, en el transporte público hubo momentos en que el ozono alcanzó las 0.062 partes por millón, superiores a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cercanos al máximo permisible aceptada por la Norma Oficial Mexicana (NOM). El Informe Nacional de Calidad del Aire, coloca a Toluca en el primer lugar de presencia de este contaminante, altamente nocivo para la salud humana, tendencia que se confirma en este ejercicio.

Durante el monitoreo que se realizó este miércoles por la Avenida José María Morelos y Pavón, entre Fray Bartolomé de las Casas y el Boulevard Isidro Fabela, se hicieron evidentes las graves fallas que presenta el transporte público en esta ciudad. 

Luego de realizar los recorridos, en conferencia de prensa efectuada  frente al Cosmovitral, ícono de esta capital, el coordinador de la campaña de Revolución Urbana de Greenpeace México, Pablo Ramírez, destacó que este monitoreo demuestra que los habitantes de Toluca se encuentran sometidos a niveles de contaminación superiores a las normas oficiales. 

Una importante fuente de emisiones es la movilidad urbana motorizada. En general, las ciudades del país están diseñadas con una lógica que favorece el uso del automóvil particular, por encima de cualquier otro medio; según el datos del Centro Mario Molina (2014), en el valle de Toluca mientras  el 60 por ciento de las personas usa el transporte público para trasladarse, las autoridades destinan más 80 por ciento  de los recursos en infraestructura vehicular, cuyos usuarios representan menos del 20 por ciento de la población.

“En el área metropolitana de la ciudad de Toluca la inversión estatal en transporte urbano es nula y éste se caracteriza por tener sobreposición de rutas, baja eficiencia y pésima calidad, además de ser constante foco de asaltos, por lo que incentiva a más gente a usar el automóvil, agravando el problema. Peor aún, por su alto nivel de industrialización, condiciones naturales y climáticas, Toluca es una ciudad con condiciones que propician la presencia de contaminantes muy dañinos para la salud humana. Según datos de la OMS (2016) es una de las ciudades más contaminadas del país y de Latinoamérica, y fue severamente afectada en la contingencia de la primavera de 2019”, recordó Pablo Ramírez de Greenpeace.

Entre los contaminantes más dañinos para la salud humana se encuentran el monóxido de carbono, ozono y material particulado PM2.5, que fueron medidos en este ejercicio, al igual que ya se hizo en Puebla, Pachuca y Querétaro, y tal como se hará también en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México, que junto a Toluca, son siete de las zonas metropolitanas del país que enfrentan graves problemas de contaminación y que por sus dimensiones y la población que albergan podrían marcar la diferencia para mejorar la calidad del aire en el país y enfrentar el cambio climático. 

Cabe destacar que Toluca es una de las ciudades de la Megalópolis Central, incluidas en el amparo 937/2019, interpuesto por Greenpeace México ante el Juzgado IV de Distrito en Materia Administrativa, para exigir que en los protocolos correspondientes, las contingencias ambientales se decreten a los 100 puntos IMECA y no a los 150, como ha establecido la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).

Para este trabajo de monitoreo, Greenpeace contó con el acompañamiento de las organizaciones Transporte Sustentable, Metrobús Toluca YA, Fundación XIhmai y Fundación Tláloc, cuyos representantes destacaron la necesidad de contar con movilidad sustentable en la capital del Estado de México y otras zonas urbanas de la entidad.

Al respecto, Dante Álvarez, del Colectivo Metrobús Toluca YA, destacó que a pesar de existir un proyecto para establecer un transporte con estaciones fijas en esta capital, el gobierno del estado sigue apostando por invertir en infraestructura, como lo demuestra la publicación hace unos dos meses, en la que  se anuncian más puentes vehiculares y pasos a desnivel.

En su oportunidad, Diana Bobadilla, de la Fundación Xihmai, sostuvo que es necesario democratizar el uso de la calle y las inversiones que se realizan para la movilidad, pues más del 70 por ciento de la inversión pública, se dedica a la infraestructura de los automóviles, lo que representa apenas el 20 por ciento de la población.

Durante los recorridos en transporte público, automóvil y bicicleta, Pablo Ramírez estuvo acompañado por los actores Sophie Alexander-Katz y Kevin Holt, quienes se sumaron a título personal a este trabajo, para enfatizar la necesidad de contar con sistemas de movilidad más amigables con el medio ambiente y que pongan a las personas en el centro de las acciones de gobierno e invitaron a la gente a sumarse a esta exigencia firmando la petición en línea en: https://actua.greenpeace.org.mx/transporte-sin-contaminacion

Sobre este particular, Sophie Alexander-Katz, quien también participó la semana pasada en el monitoreo en Querétaro, sostuvo que los recorridos le ayudaron a constatar que la ciudadanía de la Megalópolis no cuenta con “algo tan vital como aire sano. Jamás pensé que en mi historia de vida, pelearía por exigir ese derecho humano”.

Recordó que la contaminación causa 17 mil muertes al año en nuestro país, lo que equivale a 46 defunciones al día e instó a la sociedad a despertar  para “nunca más votar por un candidato que no ponga este tema en el centro de su agenda”.