Desarrollan primer autobús eléctrico de transporte público en México
Emprendedores jaliscienses desarrollaron y presentaron el primer autobús eléctrico de transporte público totalmente autónomo, mismo que utiliza un sistema de conversión de motor diésel a eléctrico y que representó una inversión de cuatro millones y medio de pesos.
De acuerdo con la Agencia Informativa Conacyt, el proyecto surge como una alternativa ecológica a las unidades de transporte público actuales ya que no producen emisiones de ningún tipo.
Alfonso Hernández Olmos, responsable del proyecto, explicó que en la conversión de camiones usados con motor diésel a camiones eléctricos se aprovecha la infraestructura con la que ya se cuenta, puesto que el “precio de un camión nuevo de estas características oscila entre 10 y 12 millones de pesos.
Rogelio Quirarte Martín del Campo, encargado de la implementación de sistemas auxiliares en el vehículo, así como aspectos de logística, explicó que se buscaron los mejores elementos para la realización de la conversión.
Buscamos el motor más potente. Un motor VLT que mueve directamente la tracción, el único cambio de paso en engranes que contiene es el diferencial, que lo tienen todos los vehículos. Fuera de eso, todo el torque es manejado directamente desde el eje del motor, lo cual nos da ahorros”, comentó el ingeniero.
El camión cuenta con un sistema que funciona como un motor al acelerar y como un generador al frenar, logrando que buena parte de la energía gastada en el arranque regrese al frenar.
El autobús no tiene transmisión gracias a que encontraron un tipo de motor con el torque necesario para lograr que vaya directamente a la flecha del cardán y al diferencial, eliminando a la vez gran parte de las piezas que requerirían mantenimiento constante.
El prototipo se montó sobre un autobús usado Mercedes-Benz modelo Boxer 50 2003, con una longitud de nueve metros. Se le retiró el motor diésel, la transmisión, el escape y los filtros, entre otros componentes relacionados con el sistema de combustible. El proceso de conversión duró aproximadamente seis meses”, detalla el texto.
Hernández Olmos explicó que el motor cuenta con 340 caballos de fuerza (hp) y 250 kilovatios (kW), así como una batería de litio que permite una autonomía de 60 kilómetros y una velocidad de hasta 100 kilómetros por hora con un peso de 11 toneladas.
Aunque desarrollan nuevas tecnologías a base de carbono que proveerían de un método de almacenamiento de energía más económico, rápido y limpio que el litio.
En el proyecto colaboraron la Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara (UPZMG), con estudios para determinar elementos necesarios del vehículo y una propuesta de rediseño estético; la UAG, con estudios de mitigación ambiental y retorno de inversión. Asimismo, las empresas TI Consulting y Golf Lozano, en el área de software e instalación eléctrica, respectivamente.