Se deleitan reforestando y disfrutando el bosque en Xonacatlán
**Habitantes convocados por civiles cruzaron arroyos, caminos y grandes pastos para plantar 300 arbolitos en Las Zorras, Mimiapan
Texto e imágenes: José Ángel Gutiérrez López
XONACATLÁN, Méx.- Con una jornada de convivio entre arroyos, senderos complejos y la belleza de la naturaleza, pobladores de Xonacatlán reforestaron el paraje Las Zorras, con cerca de 300 árboles plantados en ese monte de la delegación San Miguel Mimiapan.
Esta zona parcialmente afectada por la deforestación conserva sus paisajes panorámicos, aunque requiere manos para recobrar áreas arboladas, lo que motivó la iniciativa de los organizadores, quienes habían invitado a la población a través de las redes sociales.
Sin embargo los pobladores respondieron discretamente al llamado, tras la cita en un punto de reunión en la cabecera municipal y un posterior traslado a Mimiapan en tres automóviles particulares, así como en una camioneta Van de una empresa local de transportes.
Alfonso Toris Morales, comisariado ejidal, acudió a dirigir y supervisar la jornada, en conjunto con el coordinador de vigilancia del lugar. Ahí fue marcando las distancias de plantación e indicó compactar la tierra alrededor de la planta para evitar su fallecimiento.
Los presentes siguieron una dinámica, a través de excavar la tierra y colocar el arbolito, con el orden de alineación señalados por el comisariado, quien dio indicaciones de acuerdo a las capacitaciones que recibe de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Infantes, jóvenes, adultos y organizadores tomaron palas y azadones para plantar arbolitos, uno a uno, con sudor en la frente, pero con entusiasmo de dar vida a los recintos naturales que entregan oxígeno a la población.
Esta es una de varias reforestaciones prometidas por diversos sectores de Xonacatlán, en su lucha por el cuidado de la ecología, de ahí que en breve se confirmarán más actividades por diversos sectores del municipio.
La jornada fue organizada por Daniel Flores Sánchez, el biólogo Daniel Vives Díaz y el ingeniero agrónomo Oswaldo Camargo Gómez, quienes en conjunto con voluntarios y respaldo de la Conafor hicieron una larga travesía antes de llegar al punto de plantación.
La reforestación se combinó con el convivio entre familias y naturaleza, precisamente un factor faltante a las nuevas generaciones, quienes, de acuerdo a los organizadores necesitan este contacto y dejar a un lado los dispositivos electrónicos.