Hipersexualidad, problema de salud pública
Aunada a factores sociales y culturales, la hipersexualidad –aumento repentino o frecuencia extrema de la libido- está relacionada con cambios en la estructura cerebral, trastorno que se reporta en aproximadamente seis por ciento de la población mundial, destacó el especialista del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, Perfecto Óscar González Vargas, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Al compartir con estudiantes de la Licenciatura en Psicología de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEM algunos de los trabajos que se desarrollan en el área de las neurociencias, el médico neurólogo detalló que el comportamiento sexual de las personas está condicionado con cambios en el área cerebral del cíngulo, así como variaciones de químicos y neurotransmisores.
González Vargas puntualizó que el cíngulo, referido por la literatura médica como “giro cingulado”, es un área cerebral que ocupa un lugar preponderante en la modulación de actividades emotivas y de aprendizaje.
En el marco del XXVII aniversario del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la UAEM, el conferencista indicó que la hipersexualidad, asociada generalmente al consumo de drogas y cambios de personalidad, ocupa el interés de la neurociencia desde hace 15 años.
Sostuvo que existen cambios biológicos relacionados con la hipersexualidad, como el factor hereditario, pues hay genes que predisponen esta condición.
Además, señaló Perfecto Óscar González Vargas, se han reportado casos de enfermos de Parkinson que tras cinco años de ingerir medicamentos que aumentan la dopamina, desarrollan ciertos comportamientos relacionados con este trastorno, recientemente declarado como un problema de salud pública por la Organización Mundial de la Salud.