Hoy, Día Mundial del Colesterol, el asesino silencioso
El colesterol en la sangre es un problema que no tiene cura, por lo que es importante llevar una dieta saludable, realizar ejercicio físico, controlar los niveles de estrés y seguir el tratamiento, a fin de evitar enfermedades cardiovasculares, que son la primer causa de muerte en el mundo.
Así lo expuso la cardióloga intervencionista del Hospital de Cardiología Centro Médico Siglo XXI, Belinda González, quien destacó la importancia de llevar un control de los niveles de colesterol, pues se trata de un padecimiento silencioso y fulminante en determinado momento.
Aclaró que no existen síntomas que hagan saber que hay un problema de dislipidemia (altos niveles de colesterol y/o triglicéridos que son transportados por las lipoproteínas en la sangre), pero que sí existen factores de riesgo como el sedentarismo, la obesidad o la hipertensión.
En el marco del Día Mundial del Colesterol, que se conmemora hoy, refirió que en el mundo se reportan casi 48 mil fallecimientos por día a causa de padecimientos cardiovasculares, lo que representa 17.5 millones de personas que mueren por año y 56 por ciento de estos problemas se le atribuye al colesterol alto.
En entrevista con Notimex, indicó que en México la prevalencia en población abierta de personas que pueden tener colesterol, aun no sabiéndolo, es de 43 por ciento, aunque aclaró que también existe la hipercolesterolemia familiar, que afecta a una de cada 300 personas.
La especialista adscrita al servicio de Hemodinámica de ese nosocomio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explicó que la hipercolesterolemia familiar es un problema de salud mundial, que aunque es poco prevalente sí lleva a la muerte porque es severa incluso en niños.
Ésto, abundó, porque es un problema genético de falta de los receptores que captan el colesterol para que éste sintetice hormonas y otras funciones del cuerpo, como crear membranas; “el colesterol sí nos sirve pero en el caso de ellos, tienen problemas para poder metabolizar; nacen así”.
Precisó que en este factor hereditario hay dos tipos de hipercolesterolemia, uno de ellos el homocigoto, donde ambos padres están enfermos del colesterol, no pueden metabolizarlo y heredan al niño esa incapacidad.
Añadió que el otro tipo es el heterocigoto, en el cual alguno de los padres está sano y el otro confiere a sus hijos el 50 por ciento de la incapacidad de metabolizar el colesterol.
Mientras el homocigoto se caracteriza porque no tienen receptores para metabolizar el colesterol, el heterocigoto puede tener una deficiencia parcial y llegar a los 25 o 30 años para empezar a manifestar problemas cardiovasculares por colesterol elevado, anotó.
Señaló que es a través de un estudio de química sanguínea como se puede conocer el perfil de lípidos completo y saber el nivel de colesterol “malo” o LDL, cuyo grado normal es entre 100 a 160 miligramos por decilitro.
Por arriba de ese nivel, aún en niños, se podría decir o sospechar que el paciente tiene un problema de hipercolesterolemia familiar y si hay antecedentes en la familia, por ejemplo de una muerte cardiovascular a una edad temprana, ya tiene un porcentaje más alto para pensar que se tiene un problema genético, alertó.
La especialista aclaró que este problema se presenta igual en hombres que en mujeres, aunque éstas, por causas hormonales principalmente, son más resistentes al tratamiento, por lo que es más difícil llegar a un control del colesterol.
Aseguró que desde 2015 en México se cuenta con los medicamentos inhibidores de la proteína PCSK9 (transportadora de ésteres de colesterol), que se une a los receptores que están en el hígado para depurar el colesterol más rápido.
Belinda González expuso que estos medicamentos biotecnológicos que actúan como un anticuerpo humano no interviene con otros fármacos, pues sólo actúa contra esa proteína.
Señaló que aunque esta medicina está disponible en instituciones públicas de salud, están dirigidas a pacientes con un problema genético, que es más difícil controlar pese a llevar una dieta y ejercicio físico, por lo que es un cardiólogo, endocrinólogo, médico internista o familiar quien lleva el tratamiento.
Afirmó que la enfermedad cardiovascular es una epidemia grave que ni siquiera de países del primer mundo, como Inglaterra o Estados Unidos, podrán solventar si no se toman acciones tempranas.
Con un simple análisis sanguíneo de perfil de lípidos semestral se puede hacer un diagnóstico temprano, o de manera trimestral para quienes se saben enfermos tomen alguna medida de dieta, ejercicio y algún medicamento, acotó.
La cardióloga sostuvo que los pacientes piensan que una vez hecha la dieta y tomados los medicamentos estarán curados, pero es un problema metabólico que requiere un tratamiento indefinido y permanente porque no tiene sanación.
Por ello, agregó, es responsabilidad personal saber si se tiene la enfermedad, acudir al médico, llevar una dieta sana y hacer ejercicio, pues la mayor incidencia del problema cardiovascular se presenta entre los 29 y 44 años, la edad justa cuando se es económicamente productivo.