Familias mexiquenses trabajan la obsidiana

Una de las ramas artesanales que se elabora en la entidad y que se ha consolidado como una de las más predominantes por sus diseños innovadores, es la obsidiana, llamada también vidrio volcánico, es un tipo de roca volcánica que se forja con paciencia y amor.

Así, las familias mexiquenses trabajan la obsidiana trasmitiendo su conocimiento de generación en generación, convirtiéndola en piezas únicas que, además son la base de su economía. Este producto es una herencia de la cultura teotihuacana ya que fue un elemento fundamental para la civilización.

Su actividad se basó en la extracción y distribución de cristal volcánico para manufacturar herramientas de corte, adornos para guerreros y gobernantes y para la elaboración de otros objetos utilitarios.

Teniendo como inspiración la historia de esta piedra negra, en los talleres artesanales de San Martín de la Pirámides, el maestro artesano Antonio Ortega Arenas compartió que es un gran trabajo porque permite desarrollar la creatividad.

“Soy artesano, trabajo la obsidiana desde hace más de 40 años; este oficio lo aprendimos de mi padre, él fue de los pioneros, de los primeros talleres en San Martín de las Pirámides y él es el que nos enseñó a trabajar la obsidiana y nos inculcó el amor por este arte, por este oficio, ya que la verdad es muy interesante y bien divertido”, señaló el artesano.

Entre la variedad de obras artesanales que han realizado destacan máscaras teotihuacanas, dijes, anillos, pulseras, collares con diseños únicos hasta llegar a la innovación con soportes gastronómicos.

“Estamos incursionando en la elaboración de soportes gastronómicos, salimos un poco de lo que es la artesanía prehispánica y estamos abarcando otras áreas, tuvimos la oportunidad de trabajar con chavos de la facultad de Arquitectura de la UNAM, entonces desarrollamos varias piezas con soportes gastronómicos”, mencionó Antonio Ortega.

El proceso para hacer una pieza inicia desde que se adquiere la materia prima, la obsidiana es una roca enorme, que se tiene que cortar, posteriormente se procede a darle forma para pasarlo a un esmeril donde se hace el tallado, y la figura definitiva para finalizar con el pulido y abrillantado.

“Para hacer la pieza depende de lo que se va a elaborar, puede tardar un día, a veces una semana o dos semanas, dependiendo de lo complejo que sea la pieza, una de las características de la obsidiana es que es una piedra frágil por ser vidrio, es un vidrio volcánico, entonces con la vibración a veces se llega a trozar el pedazo y hay que hacerlo con mucho cuidado”, dijo.

Actualmente, Antonio Ortega y su familia cuentan con una tienda llamada Innovación Artesanal de Obsidiana (INARO), donde exhiben y comercializan sus piezas, pero ha sido fundamental para su crecimiento el apoyo del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) y la venta a través de sus Tiendas de Artesanías “CASART”.

Se invita al público a consumir lo hecho en el Estado de México y contribuir en la economía de las y los artesanos de la entidad. El IIFAEM pone a disposición de la gente la venta en las plataformas de Mercado Libre, Amazon y WhatsApp al 722-148-6220.