Con fibras vegetales, troncos de maguey y cartonería elaboran las máscaras de los Xitas
La danza de los viejitos de Corpus, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México, se lleva a cabo a los 40 días después del Domingo de Pascua y es percibida como una forma de expresión que engloba misticismo y está relacionada con diversas leyendas locales, además de un fuerte arraigo religioso que las personas emplean como recurso para pedir lluvia y así obtener buenas cosechas.
En el Pueblo con Encanto de Temascalcingo, ubicado al noroeste de la entidad, dentro del festejo del Cuerpo y Sangre de Cristo se lleva a cabo este baile, en el cual los habitantes se reúnen en un ambiente de gozo para continuar con esta tradición.
Aunque se desconoce el comienzo de la danza Xita, los habitantes comentan que surgió como una iniciativa en respuesta a la presencia de una enfermedad que atacó a la población y a los animales hace mucho tiempo.
Es así que, durante la fiesta de Corpus, mujeres y hombres oran pidiendo por la pronta recuperación de los enfermos y como ofrenda han utilizado máscaras de personas envejecidas por la creencia de ser indignos de mirar a Dios de frente.
Todos salen a la calle llenos de entusiasmo, con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, además adornan el maíz con la fe de que de esta manera se retiran las plagas de las cosechas.
En cuanto a la indumentaria, es confeccionada por gente de la comunidad, por ejemplo, los sombreros son elaborados con vara de perlilla, la máscara es extraída del tallo del maguey, también conocido como quiote, y se utiliza la corteza de nopales y estiércol bovino.
La cabellera se realiza con fibra obtenida a partir del maguey; en cuanto a la vestimenta, regularmente es de manta y los accesorios son elaborados a partir de huacales. Destacan también las ramas de pirul, olotes, algunas plantas endémicas y los sombreros son realizados con papel y engrudo.
En las comunidades de La Magdalena, Andaró, El Calvario y Corona, en la cabecera municipal de Temascalcingo, las personas representan a viejos y disfrutan bailar por las calles con músicos que tocan el violín y el tambor.
El objetivo de la danza consiste en enfrentar a un toro hecho de madera y forrado de piel, el cual al final de la danza mata al viejo mayor, a quien entierran, pero después resucita y promete regresar el siguiente año.
Los elementos que conforman el vestuario de los Xitas son la máscara, el traje y el cargamento o huacal. La forma más común de usar el traje, para los viejos es un pantalón y camisa con mechones de ixtle cosidos de colores naturales o pintados.
Algunos usan trajes de manta al estilo revolucionario o se fabrican trajes de costal de yute; en el caso de las Xitas, lo común es usar una vestimenta tradicional de la etnia con falda de algodón y quexquémetls con bordados coloridos, o también se usa un vestido o falda de tela y un mandil.
En el ritual dancístico son cuatro los personajes centrales: los Viejos y la Vieja mayor, los demás Xitas que son hijos de la pareja y el torito, y todos ellos bailan para cumplir una promesa.
Se visten con ropa de colores terrosos, cargados con artefactos, hierbas y grandes máscaras con arrugas que están llenas de lodo representando a los ancestros que trabajaban en el campo.
El Xita masculino lleva un sombrero que puede ser de vara trenzada, algunos han optado por fabricarlos de alambre y cubierto de papel, engrudo, pintados y adornados con hojas de maíz, mientras que otros prefieren llevar penachos o no llevar sombreros. Antiguamente se utilizaba el típico sombrero revolucionario, hoy en día se prefiere la forma del de charro.
Durante el recorrido, los mayordomos reparten charape, bebida ancestral conocida como curado de piloncillo, mismo que se elabora a partir de pulque, piloncillo, cebada y piña; únicamente se prepara para acompañar esta festividad.
En Temascalcingo existen dos asentamientos indígenas, los mazahuas y otomís, ambos danzan sin parar como ofrenda al Cuerpo y Sangre de Cristo, pidiendo por las lluvias, la felicidad del campo y la buena cosecha del año.
El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) invita a visitar este Pueblo con Encanto, lugar donde, además de adquirir esta hermosa artesanía tallada, se puede encontrar la cerámica de alta temperatura.
También pone a su disposición la venta de artesanías, a través de sus Tiendas de Artesanías “Casart”, venta en plataformas como Amazon y Mercado Libre, así como por WhatsApp, al 722-148-6220.